La historia de KUBO no es simplemente la creación de una marca. Es la historia de una transformación profunda, de una búsqueda personal y de un viaje hacia la autenticidad que comenzó hace más de 15 años. Un momento en el que mis sueños chocaban brutalmente con una realidad monótona. Vivía atrapado en una vida tediosamente predecible en la que los días en la oficina me asfixiaban, y la chispa creativa que una vez iluminó mi espíritu se desvanecía lentamente, consumida por la rutina.

Cada negociación era una lucha. Cada cliente erosionaba mi alma. Me encontraba atrapado en un ciclo interminable de frustración y desencanto empresarial.

Pero fue un día cualquiera, en medio de lo que parecía otra mañana más, cuando una pequeña chispa encendió el cambio. Lo que empezó como una simple llamada a un proveedor en Japón, para resolver un problema de retraso en una entrega, se convirtió en el catalizador de mi despertar. Mi frustración no debería pasar desapercibida al otro lado del teléfono porque sintieron algo más que un simple malestar por el trabajo, entendieron mi descontento con la vida.

Me invitaron a Japón, a comprender su filosofía, a conocer sus instalaciones. Lo que parecía una visita de rutina se transformó en algo mucho más profundo. En un día gris de octubre, tomé la decisión de aceptar su invitación y partí sin un billete de vuelta. Necesitaba escapar, respirar. Lo que no sabía en aquel momento, era que estaba a punto de embarcarme en una aventura que cambiaría mi vida para siempre.

Japón no me recibió como cliente, sino como aprendiz. En Kioto, me sumergieron en su mundo de alquimia y tradición. Descubrí que una fórmula no es simplemente la mezcla de ingredientes. Es un acto de amor, paciencia y respeto hacia la naturaleza. Me enseñaron que el verdadero arte no reside en el producto final, sino en cada paso del proceso. Los artesanos de Okinawa recolectaban algas marinas con una reverencia que nunca hubiera imaginado. No era solo técnica, era una conexión espiritual con la tierra y el agua. Comprendí entonces que el arte auténtico nace de esa conexión.

Fue en esos momentos de revelación cuando KUBO comenzó a formarse en mi mente. Comprendí que no podía seguir vendiendo simples ingredientes sin alma. Necesitaba crear algo que encapsulara todo lo que había aprendido. Algo que contara una historia, que honrara la tradición y la artesanía. Cada producto de KUBO debía ser más que un recipiente: debía ser un puente entre Oriente y Occidente, entre la modernidad y la tradición, entre lo comercial y lo espiritual.

KUBO es una celebración viva de lo real. Cada producto cuenta una historia, una historia de pasión, de autenticidad, de amor por lo artesano y lo imperfecto. Lo que alguna vez fue una crisis de identidad se convirtió en mi mayor oportunidad.
KUBO es el reflejo de un viaje personal, de búsqueda, de ese viaje que comenzó en Kioto y que me llevó a descubrir un propósito más profundo.

Dormir en una modesta habitación en Okubo, lejos de los lujos y distracciones de Tokio, me conectó con lo esencial. Pasé casi un año sumergido en un mundo de fórmulas, artesanos y una cultura profundamente arraigada a la naturaleza. Aquella larga estancia, me enseñó a ver el mundo desde una nueva perspectiva, donde lo superficial se desvanece y lo auténtico prevalece.

El barrio de Okubo, al cual nuestra marca rinde homenaje, fue un lugar que me permitió encontrarme, conectar con mi esencia. Es la fusión entre un pasado gris y el futuro que estaba creando.

KUBO no es solo mi historia, es la historia de todos aquellos que creen que el verdadero valor está en lo que se hace con amor. Porque para nosotros, el amor es lo que da vida a todo lo que hacemos y una vida sin pasión es una vida incompleta. 
Ama lo que haces.

KUBO
El arte no está en el producto, sino en el proceso que lo hace posible.

KUBO es una marca de hair care enfocada en el cuidado de la piel de la cabeza para obtener un mejor resultado cosmético y capilar.
Healthy skin, healthy hair.

Desde los ingredientes y la concepción de cada fórmula, a la manera de aplicarla. Fórmulas con ingredientes marinos para conseguir un pelo sano y fuerte.

Respetuoso y amables con las personas y por supuesto, con el planeta. Cabeza y Corazón para cuidar el Cabello.